martes, 24 de marzo de 2009

"SIMBIOSIS DE LOS SIMONES... SOCIALISMO DESDE EL ALBA"


Nos planteamos el reto de que el primer encuentro cercano con la experiencia de filosofar a SIMON RODRIGUEZ, será este maravilloso libro del ilustre Armando Daniel Rojas llamado " SIMBIOSIS DE LOS SIMONES, SOCIALISMO DESDE EL ALBA" y en sus propias palabras diremos:

"El trabajo filosófico que resume este libro es la resultante de esa praxis en la que se aprende haciendo para enriquecer la teoria que el pueblo con su participación alimenta; fué trabajado en base en base a la dialéctica de la Simbiosis que explica, complementada por el Materialismo Histórico en cuyos órígenes socialistas con raíz propia, participó Simón Rodríguez, permitiendonos acceder a una síntesis que da valor agragado al desarrollo endógeno con sus aportes para la suma felicidad del pueblo. La estructura de Simbiosis de los Simones, Socialismo desde el ALBA, en seis capitulos para avanzar esos planteamientos hacia el Socialismo del Siglo XXI desde el alba de una concepción de ¨prístino pensamiento y alcance universal¨ como la definiera Bolívar.

Aborda el amanecer temprano de pensamiento y educación que le diera Rodríguez como Sócrates de Caracas y la concreción como Alternativa Bolivariana de América en el Mundo en pleno siglo XXI. Tiene presente la educación como categoría de desarrollo social para la integración de los pueblos de esa Patria Americana la Revolución para que el inventar o el errar permita al pueblo marchar al paso de su educación..."

Sencillo y complejo, tener al alcance de las manos un tesoro invaluable que nos conjuga esa relación magnífica entre el discipulo y el maestro, entre el orador y el guia, entre indudables amigos, entre genios visionarios, su complementariedad en pensamiento, obras y acción siendo la Educación el factor condicionante de Poder, de Politica y de Desarrollo, concebido como el continuo humano por excelencia de Revolución y transformación de todos los escenarios conocidos.

viernes, 13 de marzo de 2009

SIMON RODRIGUEZ Y LA REVOLUCION DEL PENSAMIENTO..!.


¿Vale la pena tomar en consideración al decimonónico venezolano Simón Rodríguez, en tanto que pensador, pedagogo y escritor, en la constitución de un proyecto de educación nacional que busca nutrirse ampliamente de la filosofía contemporánea?
A nuestra percepción, la respuesta debe ser afirmativa. En apoyo a ella, rápidamente alegaremos sólo tres grandes aspectos del pensamiento robinsoniano:
A. Epistemológico: La ruptura del discurso clásico colonial
B. Filosófico: El pensamiento de lo original. Paradoja e invención
C. Ético: La constitución política del sujeto republicano.

A. Epistemológico: La ruptura del discurso clásico colonialLa obra entera de Simón Rodríguez se caracteriza por un esfuerzo constante de ruptura con los recursos expresivos formales del discurso clásico.Rodríguez puede alinearse dentro del gran romanticismo revolucionario que en la literatura mundial se caracterizó por la invención de formas expresivas que rompieran con la categoría y la práctica de la imitación. A la imitación del modelo que define al clasicismo la prosa continua y fragmentaria de Rodríguez opone la invención de un vehículo para la verdadera libertad del pensamiento. Para un pensamiento en movimiento como lo considera Rodríguez, hace falta una escritura rizomática que supere el clásico modelo arborescente: lineal, irreversible, jerárquico, teleológico.Pues Rodríguez ve en el discurso clásico la expresión de la mentalidad colonial, y para él la ruptura con este modelo expresa la revolución del pensamiento que debe acompañar a la revolución política y a la económica.La experiencia política americana es para él una experiencia planetaria novedosa. Como los vanguardistas estéticos un siglo más tarde, considera que una nueva experiencia requiere un nuevo modo de expresión y una nueva imagen del pensamiento. Y esa imagen del pensamiento es la de un río de instantes creativos diferenciales que modifican el cauce central como los meandros originales de la creatividad y la adaptabilidad históricas, dictados por la experimentación constante en que la vida del pensar transcurre, acotando lo múltiple y lo diverso, pero en suma, lo real. Técnicas como la logografía (la graficación tipográfica de los componentes y movimientos del pensamiento), la prosa desgranada en versos, el esquema, que exalta la función pedagógica de la página convirtiéndola en pizarrón de papel, logrando un libre-asociacionismo y un asistematismo empirista y anti-dogmático, dan al pensamiento una corporeidad sensible y viviente, que busca contribuir a la invención de una nueva retórica, una retórica revolucionaria que coincide en su espíritu con la modernidad literaria mundial, haciendo de Rodríguez, en la opinión de muchos especialistas latinoamericanos, el primer pensador y escritor propiamente moderno de nuestro continente y de nuestras letras.

B. Filosófico: El pensamiento de lo original. Paradoja e invenciónTres importantes enunciados robinsonianos nos bastarán para ejemplificar este pensamiento de lo original que rompe con las identidades y las contradicciones clásicas mediante la invención paradojal.a. Colonicemos el continente con sus propios habitantes (programa político)b. Lo único constante es la variación (principio ontológico)c. Si hemos de imitar a otro imitemos su originalidad (programa metodológico)
Los tres enunciados encierran paradojas:Colonización intraterritorial,Variación constante, Imitación original
Son juegos conceptuales, oximorones que bien podrían remontarse al pensamiento de Heráclito de Éfeso (mucho más que al de Sócrates).La paradoja ha sido definida como “opinión contraria a la opinión”. En la historia de los sistemas de pensamiento ha sido un instrumento de emancipación lógica con relación a los modelos dominantes en la Filosofía y en la Opinión.
Los eleáticos la usaron contra el realismo inmediatista; los sofistas contra el dogmatismo religioso y político; los estoicos contra el idealismo platónico-aristotélico; la filosofía moderna y contemporánea contra el academicismo y la metafísica.La paradoja puede entenderse como una operación lógico-literaria que:
a. Utilizando premisas usuales produce una conclusión novedosa, heterodoxa;
b. Afirma simultáneamente dos sentidos contradictorios, empujando al pensamiento más allá de la lógica usual.
La Filosofía siempre ha intentado una reforma de la Opinión imperante por medio de una reformulación de la Razón (contra el prejuicio, el dogma, el fanatismo, el desenfreno pasional). Rodríguez filósofo, romántico revolucionario enemigo de la imitación, heredero de la Ilustración, enciclopedista fragmentario, empirista y pragmatista, insurge contra la Opinión colonial que domina y que lastra las nuevas repúblicas, aun luego de las victorias militares y políticas, reclamando la invención de una Razón republicana fundada en la Libertad, el Bien común y la Inmanencia del derecho. Empirista, por el rechazo a toda metafísica, a todo principio o valor trascendente, exterior o superior a la realidad humana, geográfica, social y económica tangible. Los valores y principios se forjan en la experiencia de la realidad mediante el hábito y el modelamiento histórico del instinto social.Pragmatista, porque considera que la imagen teórica hace posible la acción —moral, económica, política—, pero es la acción la que justifica la imagen teórica. Los criterios centrales de este pensamiento creativo, erigido contra la imitación clásico-colonial como paradigma de la dominación del pensamiento, vienen a ser la invención, la variación, la originalidad. Dada una realidad novedosa, como la americana, es preciso crear y ejercer modos de comprensión y programación novedosos e intrínsecos, autóctonos e inmanentes, so riesgo de fracasar, no sólo en la comprensión sino en la realización misma. Inventamos o erramos, es el dilema. Estamos obligados a inventar.
C. Ético: La constitución política del sujeto republicanoRodríguez pone en duda la constancia de una naturaleza humana que pudiera ser definida de una vez por todas, esencial y eterna, principio metafísico que impediría la modificación del sujeto político que reclaman las nuevas repúblicas. Considera que el sujeto humano —no sólo sujeto psicológico y jurídico sino sujeto de la acción social en general— se conforma y se constituye política e históricamente. Éste es el principio de la posibilidad de una pedagogía republicana, verdadero proyecto para la constitución de ciudadanos libres.Las nuevas repúblicas han heredado un tipo de subjetividad colonial, que desea el premio por su servilismo y obedece por la fuerza del garrote, que burla la ley cuando no rige la amenaza y arrebata para sí solo, cuando puede, lo que no le es garantizado por ningún derecho. El principio, empirista, es que el hábito social se ha hecho instinto, constituyendo el tipo de subjetividad que todavía impera en las poblaciones de las nuevas repúblicas, reproducido a través de las mismas familias que nutren el tejido social. El sujeto colonial se quiebra cuando se modifica, en las nuevas generaciones, el instinto social heredado, cuando se suplanta el deseo de la esclavitud por el ejercicio de la libertad racional, constituyendo un nuevo instinto social, un instinto republicano forjado en las escuelas (en donde se protege a los nuevos sujetos de los vicios coloniales de sus propias familias), que obedezca al derecho, a la ley y a la autoridad, no por la promesa del premio y la amenaza del garrote sino por la conciencia inmanente, hecha instinto mediante la enseñanza, del Bien común, como dicta la Razón con la que estamos colectivamente de acuerdo.Una nueva constitución política del sujeto significa la formación de sujetos dentro de relaciones de poder diferentes, no de obediencia por la fuerza, en función del premio y la amenaza (Monarquía), sino de libre cooperación por el fin colectivo del que somos individualmente beneficiarios (República). Piensa en todos para que todos piensen en ti.
Este pensamiento que aquí hemos esbozado e intentado describir, empleando categorías de filosofías posteriores a él, nos parece contener un alto potencial de contemporaneidad, de interés teórico y práctico. Percibimos resonancias heracliteanas (en el devenir, el flujo y el azar); espinozistas (en la importacia del derecho natural y la libertad de la Razón); nietzscheanas (en la irreverencia ante los ídolos y la reversión de los valores). Pero presenta aun vinculabilidades con pensamientos más recientes como los de los franceses Gilles Deleuze (en la inmanencia, la desterritorialización y la rizomática) y Michel Foucault (en la política de la verdad y la historicidad del sujeto).
EL AUTOR J.A. Calzadilla Arreaza -2004

jueves, 12 de marzo de 2009

SAMUEL ROBINSON.....



Son tan limitados nuestros conocimientos acerca de Simón Rodríguez, que cuando escuchamos hablar de él lo primero que decimos "fue el maestro del libertador", porque es lo único que conocemos de la vida de este gran hombre. Quizás nos imaginamos que toda su vida estuvo dedicada a la enseñanza de Bolívar o que pasó su vida enseñando como un simple maestro. Pero no fue así. Rodríguez pasó su vida enseñando luchando por cambiar el sistema educativo de Venezuela y América, que estaba aún bajo los vicios y mentalidad colonial, aunque ya vivíamos en una América libre. Aunque no pudo cambiar las cosas, sus ideas y pensamientos son de nuestro tiempo porque fue pronunciada con una carga de porvenir que solo podía nacer de un profundo conocimiento de las necesidades de su tiempo. Ahora cuando la educación se debate en una profunda crisis, debemos volver los ojos a Rodríguez y retomar su pensamiento y aplicar los cambios necesarios.
Simón Rodríguez nació en Caracas el 28 de octubre de 1769. Pedagogo, pensador filosófico, escritor de densas obras de contenido histórico y sociológico, y conocedor a fondo de la
sociedad hispanoamericana. Fue maestro y mentor del Libertador Simón Bolívar.
Hijo expósito de doña Rosalía Rodríguez, la humillación por ser niño expósito tuvo que soportarla integra de niño, de adolescente y de joven. Muy tierno recibió la protección y cuidados del sacerdote Rodríguez, hermano de su madre Rosalía. Instruido inicialmente en una
escuela de la ciudad, obtuvo del Municipio de Caracas el título de Maestro de Primaria, a los veinte años. Casi enseguida impartió clases al niño Simón Bolívar, enseñándole los principios de las lenguas española y latina, aritmética e historia. Llegó a tener bajo su pupilaje a un grupo de niños que, para finales del año 1793, ascendía a 114.
En junio del 1793 se casa con María de los Santos Ronco.
En 1794, presenta al Ayuntamiento sus Reflexiones sobre los defectos que vician la escuela de primeras letras de Caracas y el medio de lograr su reforma por un nuevo establecimiento. Se trata de un planteamiento crítico de la enseñanza colonial. En 1795, cuando el niño Bolívar se fuga de la casa de su tutor, es enviado a vivir en la casa de su maestro Simón Rodríguez, bajo la tutoría de éste.
En 1797, a raíz de ser abortada la tentativa revolucionaria de Gual,
España y Picornell, el maestro toma la determinación de salir al extranjero. Llega a Kingston (Jamaica), donde residirá algún tiempo y cambiará su nombre por el de Samuel Robinson. Luego viaja a los Estados Unidos, vive en Baltimore como cajista de imprenta, hasta finales de 1800, y en abril de 1801 se traslada a Francia. Desembarca en Bayona y pasa a París, donde se residencia. Traduce al español la novela Átala, de Chateaubriand. Son los años del ascenso vertiginoso de la estrella de Napoleón Bonaparte. Coincidencialmente, Bolívar, ya viudo, llega a París en 1804. Maestro y alumno se reúnen a poco en Viena y van a madurar entre los dos una sólida y bella amistad. Rodríguez participa de manera decisiva en el nuevo rumbo de Bolívar: el compromiso para siempre con el destino de su patria.
(tomado de monografias.com)